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miércoles, 3 de marzo de 2010
Por: Allan Núñez

Posiblemente “No hay tierra sin dueño” sea el único film popular auténticamente mítico del cine hondureño (si es que lo hay). La vigencia de sus valores esenciales va más allá de la fuerza de su mensaje. Uno de sus méritos fue el de proporcionar un género –la anécdota histórica con personajes ficticios, como excusa para una trama en la que la acción física fuese la protagonista-, que no llegó a prender en esta sociedad tan poco afecta al cine local y donde toda expresión artística descansa en el vacío. Perfectamente anclada en su tiempo, “No hay tierra sin dueño” se revelaría excesivamente visionaria en el seno de la cultura cinematográfica hondureña y, por extensión, centroamericana del momento.

Escena de "No Hay Tierra Sin Dueño"

A pesar de ello, “No hay tierra sin dueño” nunca llegaría a estrenarse comercialmente en Honduras. Tras su reciente presentación hace un par de años, la película que recién había sido restaurada, obtuvo una acogida más bien tibia, poco entusiasta, fuera de algunos círculos artísticos muy particulares. Con todo, confiamos que el tiempo hará justicia con “No hay tierra sin dueño”, y que la figura de su productor Samy Kaffaty, ya desaparecido, recibirá el favor del público y el aprecio de la crítica.

Más de dos décadas hubo de transcurrir, para que en Honduras se produjeran dos películas dignas de mención. Y no me refiero a “Poseídas”, “Angelina” y “Almas de la media noche”, entre otras, que como aspiraciones son válidas, pero que no constituyen un esfuerzo maduro con ánimo de perdurabilidad en la cultura visual de la gente. Es cierto que Honduras es el segundo país más pobre del continente, que se está muy lejos, años luz, de resistir la gran ofensiva de Hollywood en nuestras pantallas, y que la misma a dejado escasos resquicios para la difusión de una producción autóctona, pero no es menos cierto que con lo que se gastó en estas producciones, con menos quizá, bien se pudo hacer una película decorosa.

Decía que existen hoy en nuestras pantallas dos películas dignas de mención: “Sin Nombre” y “Amor y Frijoles”. La primera rebasó por mucho sus expectativas originales, participando con éxito en el Festival de cine independiente de Sundace. Por su estructura dramática, la película se sitúa en un nivel de complejidad muy superior al de cualquier película hondureña filmada hasta entonces y su argumento posee un vigor muy frecuente y fácil de explicar en el contexto de las sociedades centroamericanas que sufren el fenómeno de las maras y la delincuencia juvenil.

La segunda, ha tenido una buena acogida en nuestras salas, muy a pesar de las horas difíciles que vive el país actualmente. “Amor y Frijoles” se filmó en el pintoresco pueblo de Ojojona, y constituye una auténtica sátira social, mediante un estilo sobrio, que permite la fluidez de los diálogos y los gestos caricaturescos. Una muchacha que se dedica a la venta de baleadas, se ve inmersa en una trama en la que imperan el equívoco y la gracia en torno a una infidelidad que nunca ocurrió. Tras la presentación de la protagonista, la cinta comienza a poblarse de una serie de personajes a cual más divertidos (el marido que no cumple, la vecina impertinente, el vigilante maleducado, el galán en motocicleta, el pastor evangélico defensor de la familia y del diezmo, la modelo que dedica una canción, la gallina que nunca puso huevos y la presentadora de televisión cubano-venezolana que desde Miami putea a las mujeres y se encabrona con los hombre), cuyas respectivas motivaciones van generando una serie de situaciones absurdas, las cuales desembocan en el juicio desternillante que marca el punto climático del relato. Al final, el asunto se resuelve de forma satisfactoria para todos y cada uno de los implicados. Al margen de su raigambre digamos bucólica, “Amor y Frijoles” alcanza relevancia en buena medida gracias a la lenta comicidad de cada uno de sus personajes y al aprovechamiento del paisaje en términos de plasticidad (primitivismo auténtico), además de que matiza de manera inigualable el modo de ser del hondureño.

Salud por estas tres películas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

quisiera que subieran a la wed una pelicula que se llama unos pocos con valor ,,, grasias aaaa i m cave a desir que tambien se te olvido mensionar un documental que ai de la prision de ceiba cuando murieron varios jovenes pandilleros en un insendio causado por los policias creo que se llama el trailer "EL PORVENIR"

Anónimo dijo...

"Sin nombre" NO es una película hondureña, aquí dejo la ficha técnica:
FICHA TÉCNICA
Título:Sin nombre
Director:Cary Joji Fukunaga
Fotografía:Adriano Goldman
Música: Marcelo Zarvos
Supervisor musical:Lyn Fainchtein
Casting: Carla Hool, C.S.A.
Reparto: Paulina Gaytán, Edgar Flores, Kristyan Ferrer, Tenoch Huerta, Diana García, Luis Fernando Peña, Héctor Jiménez
Diseño de vestuario: Leticia Palacios
Editores: Luis Carballar y Craig McKay, A.C.E.
Diseño de producción: Claudio “Pache” Contreras
Productores Ejecutivos: Gerardo Barrera, Pablo Cruz, Diego Luna y Gael García Bernal
Producida por: Amy Kaufman
Escrita y dirigida por: Cary Joji Fukunaga
Una producción de: Focus Features

Anónimo dijo...

eso tengo entendio ke ¨sin nombres¨ no es hondureña si sale un hondureño creo....
bueno y tres creo ke hay mas
*tierra sin dueño
*almas de la media noche
*poseidas ---megustaria tener mas informacion sobre esta pelicula ya ke solo escuche rumores ke fue sensurada y exiliada del cine por una parte erotica con manipulacion de un rosario esta en particular me gusto mas ke almas de la media noche
*anita la cazadora de insectos creo no estoy seguro
*amor y frijoles
*unos poco con valor
*poseidas 2

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