¿quiénes somos?
PALAPAN es un espacio abierto a los artistas jóvenes que aún no encuentran un lugar donde compartir sus aportes.
Los Aliados...
Desde el 28 de junio de 2009 la masas se volcaron a las calles, a luchar por derrotar el Golpe de Estado y tratar de restablecer el orden constitucional. Aún falta mucho para lograr cambios significativos en Honduras.
Conscientes de nuestro compromiso como artistas desde esa fecha nos sumamos a cada una de las actividades que desde el FNRP se ha impulsado.
Desde el Colectivo Cultural PALAPAN asumimos nuestro compromiso revolucionario, y entendemos que el arte debe ayudarnos a combatir los objetivos ideológicos de la dictadura gorila implantada en junio de 2009. Nos sumamos recientemente a Artistas en Resistencia y apostamos por una organización en donde los artistas hondureños podamos plantear tareas concretas en aras de ayudar a avanzar el proceso revolucionario en Honduras, entendiendo esto como un primer paso hacia la construcción de una sociedad libre y justa en la que cada ser humano pueda desarrollarse de manera integral, ésta solo será aquélla donde haya triunfado el socialismo.
¡Porque el arte también es un derecho!
Colectivo Cultural PALAPAN
Nuestro compromiso cultural
De entre todas las posiciones en que hemos debido pronunciarnos ante el mundo, ante nuestro pueblo y ante nosotros mismos, ha sido el escenario de barbarie del Golpe de Estado del 2009, el que nos ha revelado con mayor nitidez en nuestras más profundas convicciones.
Porque la belleza no ha sido para nosotros esa musa de fantasía que llega a tocarnos con su varita redentora, magia que para muchos, sirve para iluminar los salones y servir de ornamento en las bodegas bancarias o en los actos cívicos donde la palmadita en los hombros pretende comprender lo que en esencia es un permanente mundo en rebelión.
El Artista en Resistencia se niega a la exclusión porque él o ella misma sobrepasa con su libertad los límites de un sistema momificado; el Artista en Resistencia se niega a ser la cifra de un presupuesto nacional cuya mayor barbarie es considerar al creador de arte una comparsa más en su carnaval efímero.
Consientes del poder liberador y formativo que tenemos entre manos y herederos de todas las fuerzas acumuladas en el espíritu sometido de nuestros hermanos y nuestras hermanas, declaramos que nuestro nombre es PUEBLO y que nuestra mayor arma es la DIGNIDAD, mezcla exacta para explotar jubilosos ante el rostro del oligarca y desdibujarle su jardín de las delicias.
Somos, la reserva ética y crítica de la sociedad, somos la piedra en el zapato de los autómatas burgueses, los incómodos, los delirantes, los habitantes de una nube de tormenta que indaga, trepida y limpia a fondo la arcaica edificación de la moral golpista, la carcomida barraca de la bestialidad militar y las corbatas sangrientas del ejecutivo empresarial; y en esto no somos diferentes a lo que siente el oprimido en su barrio, el campesino en su tierra usurpada, la mujer cosificada por el macho sutil y violento, el pueblo, ¡en fin! mortificado en masa por el hambre y sus cálculos…
Somos, entonces, los que no dudamos en asumirnos libres de sus moldes y burlas, los artistas y gestores culturales que reconocemos la importancia de la imaginación y la práctica en el urgente proceso por la refundación de Honduras, y por lo tanto, afilados en este proceso doloroso e históricamente necesario declaramos:
Primero:
Que nos declaramos obreros y obreras del arte, ciudadanos y ciudadanas como cualquier otra, albañiles y sembradores dispuestos y dispuestas a ofrecer nuestras armas creativas en la construcción de una patria justa, libre de golpistas y de gobiernos usurpadores a las órdenes de unos pocos privilegiados. Por tanto, nuestra consciencia y nuestro actuar solo deben obediencia al poder constituyente emanado de forma directa por el pueblo hondureño.
Segundo:
Que nuestra propuesta colectiva es contraria a lo intereses de las hegemonías dominantes cuya mayor afición ha sido siempre coleccionar tanto obras como artistas con el único fin de someterlos a sus límites de consumo. Contra puestos a esta cultura de explotación y opresión nos sumamos a los intereses y aspiraciones históricas del pueblo hondureño en su gran mayoría.
Tercero:
Que buscamos construir desde la libertad y la responsabilidad revolucionaria nuevos caminos para la creación, auto-gestión y comunicación, caminos que inician en la cimentación de un pensamiento independiente entroncado en el urgente proceso de cambio social. Por tanto, en Artista en Resistencia tomamos distancia de la anestesia, acomodamiento y condiciones que los organismos gubernamentales y no gubernamentales promueven como políticamente correcto.
Cuarto:
Que definimos al arte como una herramienta combativa e inclaudicable, indispensable para el fortalecimiento de una cultura de liberación.
Quinto:
Que buscamos construir a partir de la formación, el dialogo y la dialéctica un lenguaje estético que revolucione y que sea consecuente con los códigos históricos y el imaginario del ser humano hondureño.
Sexto:
Que seguiremos privilegiando por sobre todo el accionar en los espacios públicos de nuestras comunidades y barrios, buscando así democratizar las manifestaciones artísticas y culturales, liberándolas del encarcelamiento y banalización a la que han sido sometidas por parte de la burguesía golpista. El arte y la cultura surgen del pueblo y debe ser entregadas al pueblo, para así ser resignificadas, reaprendidas y revaloradas en un ciclo de creación infinita.
Séptimo:
Que con la gran construcción anímica que el arte y la cultura ya han sabido diseñar en nuestro interior, buscamos proyectar y levantar infraestructuras y espacios de creación y producción independientes dispuestos al acceso público y la libre expresión.
Octavo:
Que consideramos, como uno de nuestros mayores retos y contribuciones, el apoyar la cimentación del pensamiento en resistencia, surgido desde las entrañas del razonamiento universal y el imaginario popular.
Noveno:
Rechazamos la idea aplastante y excluyente de que existe una identidad nacional. El pueblo hondureño es tan rico y diverso como la naturaleza de la que vive y de la que se sustenta, por tanto en Artistas en Resistencia negamos la imposición de una identidad nacional por sobre la diversidad de identidades colectivas que nutren al pensamiento en liberación.
Decimo:
Los y las Artistas en Resistencia nos declaramos hijos e hijas herederas de la lucha y pensamiento unionista de Francisco Morazán, y desde su ejemplo nuestra lucha y pensamiento trascienden el nacionalismo a ultranza promovido por el golpismo, siendo por lo tanto eminentemente latinoamericanista, solidario a las luchas y reivindicaciones socialistas de todos los pueblos sometidos y explotados por el imperialismo norteamericano.
Decimo primero:
La construcción y el fortalecimiento de nuestro ser y pensar se alimenta del diálogo y el debate interdisciplinario bajo un clima de respeto y aliento mutuo. Consideramos la diversidad creativa y estética en todas sus manifestaciones uno de nuestros valores más preciados para la consolidación de la conciencia social.
Decimo segundo:
Declaramos nuestro rechazo y ruptura total con los medios golpistas hegemónicos, por tanto apoyamos el empoderamiento de medios de comunicación libres, comunitarios y alternativos como instrumentos indispensables para hacer oír la voz de los privados y privadas de todo.
Decimo tercero:
Exhortamos a las y los artistas, a los ciudadanos y ciudadanas conscientes a hacer suyo este manifiesto y luchar por hacer realidad lo que este contiene, asegurándoles que no hubo arte significativo en la historia que no tuviera antes una revolución en nuestras concepciones, es decir, el deber inagotable de subvertir la lógica de los muertos en vida que hoy pretenden marcar nuestra vitalidad y libertad.
¡No aguantaremos nunca más la humillación, porque nuestro arte es también, acción combativa irreductible!!
¡Somos artistas armados de cultura contra la barbarie!!
Venceremos!!
Dado a los 28 días del mes de junio de 2010
Para Manuel Flores