¿quiénes somos?

el Colectivo Colectivo Cultural PALAPAN, surge por la necesidad de expresar a través del arte, las cosmovisión de los artistas que forman parte del colectivo.

PALAPAN es un espacio abierto a los artistas jóvenes que aún no encuentran un lugar donde compartir sus aportes.


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jueves, 18 de febrero de 2010
Por razones técnicas, la próxima actualización será hasta el 3 de marzo de 2010.
Agradecemos cada correo y comentario en las entradas... y motivamos a seguir enviando sus trabajos, estos serán tomados para futuras publicaciones.
miércoles, 3 de febrero de 2010

Por: Martín Cálix

Recojo en la camisa

Algunos de tus pasos

Como flores caídas

De un atardecer

Que alguien olvido después del trabajo.


Pero la continuidad

Del día de los días

Atrapo los payasos del balcón,

Los empacó y los mando por e-mail

A construirse de nuevo…

* Esta pieza se la dedicamos al compañero Domingo Godoy, esperamos sepa lidiar con los locos de la casa... y que entre todos construyamos una clara política para desarrollar un verdadero arte revolucionario.

Por: John Connolly

Definitivamente en esta casa,

todos estamos locos.

Después de un duro día, llega la noche

y Pavlov no se cansa de corretear sus perros por el patio.

Chopin sigue sonando su piano en un fa sostenido

y es un desastre lo de Isabel Allende;

invade la sala con su tribu de espíritus

derribando sillas y mesas sin saludar siquiera.

Como último recurso hospitalario,

recojo del escritorio mi texto y mis anteojos

cruzo volando la estancia

buscando refugiarme en la aparente quietud de la biblioteca,

pero ahí están Galeano y Retamar,

fumando a cantaradas y hablando sin parar sobre La Guerra.

Subo de dos en dos las escaleras,

abro con un suspiro la puerta de la alcoba

pero allí, sobre un lienzo marchito

Diego Rivera traza una línea negra

sobre el rostro sonriente de Frida Kalo.

Huidobro me grita cuatro versos,

Neruda llora su pena de amor en la azotea,

Octavio Paz se ríe carcajadas desde el baño,

Cortazar baila un tango en la sala

con un libro de cuentos en su mano.

Todos parecen haber bebido el mismo vino.

Suben y bajan las escaleras, escupen en el piso,

orinan en el zaguán, quiebran mis platos

y caminan por las vigas del techo como arañas salvajes,

como locos.

La noche se abraza a las horas

y el sueño cuelga su hamaca en mi pupila.

Me despojo de mis propios demonios,

tomo por una oreja mi cuerpo

y lo abandono en un rincón bajo una mesa

hasta que el sol del nuevo día besa mi pelo

con una chispa de fingida esperanza.

Abro mis ojos, tomo asiento sobre un verso de Clementina

bostezo largamente como un búho

y me doy cuenta de que no hay nadie;

ni Octavio ni Cortazar, ni Diego ni Galeano.

De Retamar y Huidobro

solo quedan fragmentos

de un poema calcinado por el tiempo

y en la pequeña mesa de la sala,

hay un pincel y dos libros

que Isabel y Frida olvidaron seguramente.

Se han ido todos juntos por la puerta del mundo

como se han ido siempre;

sin despedirse siquiera, sin arreglar la casa,

sin decirme absolutamente nada.

Han regresado cada quien a su tiempo y a sus libros

y una vez mas vuelvo a quedarme solo con mis trampas.

Monigote de la quema del Paseo Real de la Chimenea Gigante en Trinidad, Sta. Bárbara/diciembre 2009

Por: Allan Núñez

Todas las épocas en retroceso y en disolución son subjetivas, mientras que todas las épocas progresivas tienen una dirección objetiva”.
Goethe.

En el capítulo primero del libro “Las Vanguardias Artísticas del Siglo XX” Mario de Micheli analiza las causas que generaron el fenómeno del arte moderno. En el señala que “el arte moderno no nació por evolución del arte del siglo XIX. Por el contrario, nació de una ruptura con los valores decimonónicos”. Desde luego, dicha ruptura sólo puede entenderse a la luz de una serie de razones históricas e ideológicas incubadas en los tres decenios precedentes al año de las revoluciones de 1848. Este año posee una particular importancia para aquellos que nos reivindicamos marxistas, pues no sólo es el año de la publicación del “Manifiesto Comunista” de Marx y Engels, sino también marca fecha bisagra que nos ayuda a entender los límites de la tradición del pensamiento progresivo burgués, tal como lo indica Carlos Nelson Cautinho en su libro “El Estructuralismo y la Miseria de la Razón”. No es casualidad que ambos, el crítico de arte y el filósofo, hayan coincidido en ésta fecha, pues reconocen, cada uno a su modo, que a partir de ella se asiste a una época progresiva en materia estética y de pensamiento filosófico avanzado, político ideológico.

No es nuestro el interés de hablar aquí de asuntos filosóficos. Más interesa saber cuáles fueron las lecciones que aquella ruptura dejó para el arte, lecciones a menudo poco aprovechadas por nuestros artistas. Para empezar, el arte moderno nos hizo entender que si tratamos de plantear el problema del arte en toda la vastedad de su alcance y en su primordial naturaleza de fenómeno social, no podremos describirlo, comprenderlo o criticarlo dentro de los términos del arte mismo. En ese sentido, tendremos que salir de los terrenos habituales de la crítica de los valores burgueses al uso, para situarnos en el centro mismo de la sociedad humana, que es donde se gesta y desarrolla el fenómeno artístico. Tendremos que considerarlo, principalmente, a la luz de las leyes fundamentales que rigen la sociedad capitalista actual, ya que sería obvio sentar –estoy pensando en Josep Renau- que si la influencia de la estructura económica se manifiesta claramente en los dominios del pensamiento y de la cultura, siendo el arte una forma particular de ésta, no puede escapar a la acción general de estas leyes.

¿Qué lugar ocupa el arte en la escala de valoraciones de la sociedad burguesa de nuestros días? Si nos fuera posible aquí ahondar críticamente en el problema, nos daríamos cuenta exacta de la degradación que no sólo el arte, sino lo más altos valores espirituales del hombre han sufrido bajo el rigor extremo del determinismo social del régimen capitalista. Esto sucede a razón de que la gran tarea de la cultura burguesa, heredera del llamado “Siglo de la Luces”, fue siempre la de desnaturalizar todos aquellos objetos que como el arte desempeñan el papel de intermediarios en las relaciones entre los hombres, vaciándolos de toda su significación humana, convirtiéndolo en objetos materiales, en verdaderos fetiches. El “Manifiesto Comunista lo expresaba más precisa y certeramente: “La burguesía (…) no dejó en pie más vinculo que el del interés escueto, el del dinero contante y sonante, que no tiene entrañas (…) La burguesía despojó de su halo de santidad a todo lo que antes se sentía por venerable y digno de piadoso acatamiento. Convirtió en su servidores asalariados al médico, al jurista, al sacerdote, al hombre de ciencia y también, por supuesto, al artista”.

Es una lástima que no tenga en mis manos el “Manifiesto por un arte revolucionario e independiente”. No existe otro documento que explique a cabalidad la condición del artista en la sociedad capitalista de hoy como el elaborado por Trostky, Breton y Diego Rivera a su encuentro en México. Sería apropiado volverlo a visitar en estos tiempos de dictadura en que los órdenes de nuestra sociedad se han visto trastocados, en un escenario de deterioro económico extremo y de inestabilidad plena de la democracia burguesa. Momentos en que los artistas se olvidan de su aislamiento individual y comienzan a beber de las fuentes vitales de la realidad social, se apartan del irracionalismo y ven en la obra de arte como tal una herramienta de lucha al servicio de las masas que día a día realizan acciones de lucha en las calles. Días en los que se atiende el legado de las Vanguardias Artísticas del Siglo XX, en avanzar firmemente a la reivindicación de la razón como categoría general en contra de los objetivos ideológicos más caros de la burguesía reaccionaria que le teme seriamente, porque conduce a su propia negación, a la solución socialista de sus contradicciones. De esta experiencia tan sólo esperamos que la clase trabajadora y el arte se vean por igual favorecidas.

Por: Francisco Lagos

Te lo he dicho cuando lloras de amor; Cuando te quiero

, y porque se que quererte

Asegura tu boca,

así cuando yo la necesito.

Te quiero porque no recuerdo, donde estamos

Y porque tus ojos se pierden porque no funcionan

Solo en tu mirada,

sino también en el camino y en la paridad.

Es cierto:

Que a veces te quiero también con mi chantaje y la corbata sucia,

Pero sólo a veces así te quiero.

No permitas que te ofenda,

Si caigo en la tentación

De no quererte para olvidar que existes,

asi como todo lo que está

que es ajeno a lo mío;

lo hago para recordar que debo quererte.

Pero, ¿que podría hacer yo ahora

Si así me basta?

Prometo:

Que a la mayoría de edad,

Regresaré a quererte,

con un puente,

y la pieza que faltaba para llegar a amarte.

Adiós.

Por: Javier Hernández

III.

Poco me gusta el invierno.

En esta época

Los caminos son resbalosos

Hay poca gente en las calles

Y mucho frió en los huesos.

Además, el río crece

Y por mas que quiero,

Resulta imposible verte.

Por: Francisco Lagos


La matemática, es la expresión exacta

y más sincera del producto de las relaciones de un conjunto.

El hombre que calculaba

Si V= A la velocidad y

S= es la distancia en un período de tiempo X. Por el producto de dos.

Entonces:

Si se venden camisas parceladas,

Y un pantalón roto con marca de princesa,

Aunque no lo entienda:

¿No podría tenerte, un corazón roto

Y que sea bueno también?

Que se ajuste a ti

Y que huela a ti

Es verdad, si no lo entiendo,

Pero juro decir verdad, cuando entienda esta verdad de mierda.

Y es que no todas las noches me ajusto a ti,

porque no quiero saber a ti.

Ya no podría irme en bus hasta la poesía;

Y la poesía ya no querría edificar una casa.

¿Ves que no miento?

¿Ves por qué lo hago?

¿Por qué me jodo?

¡Bueno, esta bien sino me entiendes!

Es que querer entender que Dios te mata porque te quiere,

Es como querer entender que ninguna de mis camisas pueda oler a ti,

Y que te sepa.

Mejor, hagamos un trato…:

3/3 de la semana iré a buscarte, pero nunca estés

Y un poquito de mi vida, lárgate con cualquier camisa

Y la botella que te gusta.

Vas a ver que mi amor, es tenerte olvidada

Con la raíz del tuyo; y la velocidad que caminas, más dos verjas cuadradas.

A=


Aunque esto, no sea tan solo un poquito de Amor.


Por: Javier Hernández

Desde mi estancia

Envidio hasta la caída de una hoja.

¿Cuánto tiempo ha pasado desde entonces?

¿Quebrarían mis hijos su bovedilla ovalada y tibia?

¿Habrá muerto ya el abuelo?

Alguien con un tirapiedras,

Le dio en el costado y enfermó.

¿Y ella?, ¡Era tan linda!

En su abanico de plumas,

Habitaba un arco iris de luz

¡Ay! La soledad,

Es un frió absurdo,

Parecido al de la muerte.

¡Ellos tienen la libertad de encerrarnos!